domingo, 17 de marzo de 2013

Instrucciones para desenamorarse.



Empiece recordando que, antes de conocer a la persona en cuestión, usted era feliz. Y por lo tanto, puede volver a serlo.
Continúe con pequeños cambios que lo saquen de la rutina. Empiece por su casa, cambie los muebles de lugar, pinte las paredes, cuelgue retratos, dibujos. Compre plantas, adorne todo su entorno. Embellezca su entorno. Al mismo tiempo que tira cada parte que le recuerda al otro, tira envoltorios de chocolates, fotos, notitas, tira todo como si al tirar todo, tirara parte del otro, tirara su memoria, tirara aquello que aún lo retiene en las paredes de su casa.
Continúe con su vida. Bien es sabido que los cambios de imagen resultan beneficios. Si me permiten el consejo, EVITEN LAS PELUQUERIAS, eso dramáticos cortes de pelo no resultan siempre provechosos. Cambie, cambie su estilo, sus prendas, compre nuevos zapatos, si es mujer compre zapatos más altos, compre adornos, relojes pulseras, anótese en algún gimnasio, y de ser posible asista al gimnasio. Todo esto servirá para cambiar la frecuencia, para cambiar la vibra. Cambiará el ritmo. Saldrá de ese estado gris, donde una pequeña nubecita le flota sobre su cabeza, dándole de a ratos horas de lluvia.
Siga, escuche nueva música, otros idiomas, camine por otras veredas. Use otro lugar en la mesa. Busque un nuevo empleo, aunque luego no cambie. Busque nuevos negocios para hacer sus compras, nuevos plazas para asistir con amigos, nuevos bares.
Busque gestos nuevos en personas viejas, analice, descubra…
Si, probablemente todo esto no servirá de nada para olvidar a quien ama.
Pero le será de utilidad, para no convertirse en aquello que odia.
Mientras tanto, olvídese de traerlo a su memoria con mensajes y llamados.
M.







Este texto no me pertenece.

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