jueves, 25 de julio de 2013

ANTICUADO

— «Tu y yo, para siempre.TE AMOOOOO mi vida»
— ¿Vas a mandarle eso a tu novio?
— Sí, ¿por?
— Mensajes  tan transparentes como esos, hacen ver al amor como algo mucho más que
tonto.
— ¿Por qué tonto?… Tenia pensado ponerle también un “Nunca me falles"
— ¿Y para qué le vas a poner eso? Si él te ama no te va a fallar.
— Bueno, ¡Una nunca sabe!
Si muestras inseguridad, demuestras que no lo amas de verdad.
— Eh… bueno,  ¿Pero qué podrías opinar tú si no tienes novia?
— No tengo, porque mi forma de amar está pasada de moda.
— ¿Jaja? ¿Cómo es eso?
— Que yo amo como un romántico del siglo XIX y tú como una estúpida quinceañera del siglo
XXI.
— ¡Pareces un viejo! ¡Criticas todo porque lo prefieres todo como era antes!
— A como está todo ahora, prefiero como era antes.
J. Porcupine

viernes, 5 de julio de 2013

“palabras escondidas"

[…] También me viene a la cabeza la palabra parejas. Resulta que si a las parejas les quitas el comienzo de sus relaciones, esa época de enamoramiento surcada por la alegría y el bienestar, se convierte en algo zafio, algo que quizá no merezca la pena. Con la palabra parejas pasa eso, que si le suprimes el comienzo solo te queda la palabra rejas, que en algunos casos define muy bien en lo que acaba derivando una relación. Lo mismo pasa con la palabra reñir. Si aboliéramos la letra eñe quizá este mundo sería un lugar más habitable, quizá se acabaran los conflictos […]




— Fragmento de “palabras escondidas". Sacado de “la triste historia de tu cuerpo sobre el mío", Marwan.